2010-05-22

El "Curilla" al banquillo


Parece que lo que más atormentó a Al Capone en su postrera estancia en Alcatraz fue que todo su imperio criminal se viniera abajo por algo tan tonto como no pagar al fisco.

Probablemente, una preocupación similar asalta hoy al sátrapa de Castellón y a su esposa: esta última, además, se ha negado a decirle al juez de dónde sacó su inmenso y reciente caudal.

No se trata aquí de comparar al mafioso, asesino y jefe de sicarios italo-americano con el “Curilla”, pero sí su reacción cuando, viéndode trincado por un asunto de menor cuantía, dice que él “no se vende por unos trajes”. Parece que todavía no ha comprendido el político valenciano la astucia de la Fiscalía que, dejando aparte los presumibles millones que hayan caído en instituciones políticas o en bolsillos privados, se ha quedado en unas vestimentas costosas para cuya adquisición el President no tenía coartada.

Ya a través de la transcripción de sus conversaciones con los gürtel no parecía demostrar mucho talento expresivo el jerarca valenciano: exageradas muestras de cariño homofílico, vulgaridades genitales, etc., pero ha sido a partir de su primer contacto con la Justicia cuando se han exarcebado sus disparates: la paranoia de la furgoneta o la más general de una persecución conspirativa, o declarar su “día más feliz” cuando lo han colocado al borde de la imputación penal. Ahora, para colmo, se identifica con el personaje de “Juan sin miedo”, cuento infantil que parece no haber leído, porque a ese personaje lo definen los hermanos Grimm en las primeras líneas de la historia como un joven “estúpido y que no podía entender ni aprender nada”.

Aparte de la “señá Rita” le ha salido al Curilla otro defensor, que parece reintroducir la retórica cuarentayochista con lo de las “hienas bolcheviques” que atacan a Camps. No parece que la gente más sensata del PP (que la hay) se muestre muy satisfecha con las ocurrencias de este “intelectual”, al que creían desterrado junto el franquista Mayor, aunque sólo fuera para que les dejara cogobernar tranquilos en Euskadi. Desde luego, no se encuentra entre estos críticos el señor Rajoy, probablemente el político con pretensiones de poder más carente de iniciativa política de la democracia.

JGM

2010-05-03

El TC va a los toros


Tres magistrados del TS, un Moranco y el toro, nos parece que sólo falta “el Bombero Torero”.

La semana pasada, la presidenta del Tribunal Constitucional, María Emilia Casas, exigió respeto a la institución y a sus magistrados ante la "desproporcionada e intolerable campaña de desprestigio emprendida desde ciertos sectores políticos y mediáticos" contra el alto tribunal. Parece que a esta señora y a los ilustres miembros del TS no se han parado a pensar en el espantoso ridículo que llevan haciendo desde hace cuatro años con sus tejemanejes pare recortar el Estatuto de Cataluña; tampoco se han planteado que el prestigio no se otorga sino que hay ganarlo y mantenerlo.

El principal asunto que los ha ocupado en los últimos tiempos es el de resolver esos recursos de constitucionalidad contra el Estatuto de Cataluña. Cuatro años han transcurrido desde que, en primer lugar, los órganos representativos de los ciudadanos catalanes aprobaran su redacción y después los ciudadanos, esta vez con su voto directo, lo aceptaran en referéndum. Ya, a nivel del parlamento español, el texto legal recibió la aprobación de la Comisión Constitucional del Congreso y fue sometido a votación y aprobado por las Cortes Generales.

Dado el complejo recorrido de esta proposición legal, siempre bajo el control de los representantes directamente elegidos por los ciudadanos, la primera cuestión que a nuestro modesto juicio deberían haberse planteado los miembros del TC es su legitimidad. ¿Es competente este grupo de doce miembros del Tribunal Constitucional, elegidos por cooptación y “pasteleo” entre los dos partidos mayoritarios, para anular las leyes que la voluntad popular ha acordado a través de sus representantes legítimos?

No dudamos aquí de su legitimidad formal, que cabe dentro de las vaguedades de la ley, pero si de otras legitimidades a la luz de las teorías de la democracia.

¿ Qué legitimidad puede tener un grupo diezmado por el tránsito final de uno de sus miembros (el que fuera gobernador civil nombrado por “Carnicerito de Málaga”) y por la recusación espuria de otro de sus miembros. ¿Qué decir cuando cuatro de sus componentes deberían haber concluido su mandato en 2007, pero siguen ahí porque los dos partidos principales no llegan a un acuerdo para renovarlos. Llega uno a comprender la reticencia del PSOE ante la imposición por el siniestro Trillo de dos candidatos de tan sectaria trayectoria: uno, Francisco Hernando, el juez intransigente que predica la aplicación de las mismas leyes en todos los lugares y circunstancias; el otro, Enrique López, jaleador habitual en saraos fachas.

Nos preguntamos al ver la foto de arriba si los del burladero no se estarán burlando del sufragio universal. Mucho ir a los toros pero parece que les falta “vergüenza torera” para presentar su dimisión.

JGM