2011-11-25

La tormenta perfecta



Comentaba Rodríguez Zapatero el pasado martes (22/11/2011) que en el 20-N “Tuvieron todo el viento en contra”. Se queda corto el Presidente, lo que tuvieron a su alrededor fue la tormenta perfecta. Así como en la película que da nombre a esta entrada, el capitán Billy Thyne (George Clooney) dirige el Andrea Gail en medio de dos monstruosas tormentas, Pérez Rubalcaba y el PSOE se enfrentaron el 20-N a unas borrascas que les atacaron por todos los puntos cardinales.

La crisis, que asomó la cabeza en Agosto de 2007 como crisis financiera (falta de liquidez y descrédito de las subprimes), explotó de forma incontrolable en agosto del año siguiente, y un mes después acabó en la quiebra de la pirámide de Lehman Bros.; es decir sólo cinco meses después de que Zapatero ganara por segunda vez las generales y comenzará a gobernar en minoría. Sucedió que hasta los bancos más cautos tenían los papelitos que imprimía ese holding, sin contar, claro, con los que habían colocado a sus clientes.

A partir de ahí comienza a desinflarse en España, de forma acelerada, la burbuja inmobiliaria, y llega con ello la caída brusca del empleo, mayoritario en el ladrillo y en las industrias subsidiarias.

Pocas posibilidades de renovar su mandato puede tener un partido político en cuya legislatura se haya llegado a casi cinco millones de parados, pero menos con una presión al alza de los mercados de la deuda que le obliga, por un lado, a restringir drásticamente el gasto público, con el consiguiente aumento del desempleo; y por otro lado, a recortar el gasto social y, peor aún, las pensiones y los sueldos funcionariales. Hay quien sostiene que si realmente hubiera cinco millones de parados, el orden social habría saltado por los aires, suponemos que se refiere al empleo sumergido, pero ese empleo ya existía antes de la crisis y pocos trabajadores arrojados al paro encuentran un trabajo al día siguiente, aunque fuera oculto. También se ha dicho que las señoras del ropero del PP y otras damas ociosas se han apuntado al paro con el fin de aumentar los datos negativos, puede ser, pero esas cifras serán simplemente anecdóticas.

La inevitabilidad de esa crisis hubiera sido probablemente suficiente para que el PSOE perdiera el poder, pero ha habido muchos factores coadyuvantes que han agrandado esa derrota. Hay que destacar entre esos factores la deslealtad de la oposición, tanto del primer partido de esta, el PP, como del resto de las fuerzas políticas, quizá a excepción de los nacionalistas, que en general suelen tener un concepto más claro del Estado que la derecha que representa el Partido Popular, cuyo único afán es descabalgar al Gobierno a cualquier precio para ponerse ellos. Tanto el siniestro presidente fundador de ese partido, como su presidente actual, han prodigado todo tipo de dudas y descalificaciones sobre las medidas económicas del Gobierno del PSOE; a sabiendas (y si no lo saben sería peor todavía) de que esas dudas y descalificaciones se transforman automáticamente en factores multiplicadores negativos en las fórmulas empíricas de los modelos matemáticos con que trabajan las agencias calificadoras de la deuda, (para un ejemplo, véase la noticia de ayer (24/11/2011) sobre el anuncio de una huelga en Portugal, que inmediatamente ha hecho bajar la calificación de ese país hasta el nivel del bono basura, con la consiguiente subida de los intereses de su deuda).

Difícil resulta generalmente para el PSOE comunicar a través de unos medios que en su mayoría le son hostiles. Por un lado una pléyade de nuevas televisiones (TDT), a cual más insidiosa, sectaria y, en muchos casos, capaz de recurrir al insulto descalificador y grosero; junto a ellas, están las autonómicas que, como la valenciana o la madrileña, utilizan el dinero público al servicio exclusivo del PP, empleando también a menudo formas zafias e insultantes. Por otro lado, la prensa escrita, mayoritariamente crítica con el PSOE, se ha visto reforzada en la última legislatura con la hostilidad de “El País” hacia Rodríguez Zapatero. Parece que el origen de esa malquerencia son ciertos intereses mercantilistas, pero bueno, eso la yo dijimos en otra entrada. El caso es que muchos de sus comentaristas y, sobre todo, editoriales sin firma se han cebado con la política del Gobierno en la crisis. Principal papel ha tenido en esa campaña, su mandamás, el señor Cebrián, que incluso ha llegado a arrogarse prerrogativas del Jefe del Ejecutivo: pedir el adelanto de las elecciones, o acortar el plazo del traspaso de poderes al PP. Sirva como muestra del sectarismo de ese “diario independiente”, las siguientes acotaciones de su editorial del día de reflexión (19/11/2011):

“Zapatero tampoco destacó como amante del consenso durante su estancia en La Moncloa”.

“La movilización de los votantes del PSOE que hoy manifiestan su desapego mediante la intención de elegir entre otras opciones políticas de izquierda o abstenerse es la última esperanza de Rubalcaba. Un abstencionismo motivado por la pésima gestión que José Luis Rodríguez Zapatero ha hecho de la crisis y de sus consecuencias,…” (las negritas son del bloguero).

Otro botón de muestra es el apoyo que, desde las páginas de mayor lustre de ese diario, ha venido dando a Rosa Díez el novelista y político frustrado Vargas Llosa. Su último artículo “Una rosa para Rosa”, publicado pocos días antes de los comicios, es un muestra patente del rencoroso sectarismo de ese medio. Quizá convendría recordarle al señor Cebrián que al igual que los votantes cambian de partido también los lectores pueden cambiar de periódico.

Otro de los vientos de costado que ha tenido que soportar el PSOE ha sido el de los comunistas, camuflados ahora en la coalición IU. El señor Cayo Lara ha recuperado el estribillo de aquel antiguo socio de Aznar, el maestro Anguita, repitiendo lo de que el PSOE y el PP son la misma cosa, y que fuera de su ortodoxia comunista no hay salvación. En la entrada anterior denunciábamos el cinismo socarrón de este político, que al ser preguntado por los presos políticos de Cuba, respondía que "no sabía", que "tendría que ir allí a enterarse"; cuando nos consta que estuen Cuba el año anterior, donde soltó sus tendenciosas declaraciones sobre el envió de tropas norteamericanas y españolas para socorrer a las víctimas del terremoto de Haití.

Otro fenómeno que ha podido incidir en los resultados (al menos en cuanto a los índices de abstención) ha sido el del movimiento 15-M. Hay que reconocer que las esperanzas que suscitó con sus movilizaciones en las anteriores elecciones no han aparecido en las últimas. Quizá haya que esperar y ver que sucede con el movimiento. De momento parece haberse quedado en la aporía: “No les votes” “No nos representan”. Difícilmente pueden representarles si no les votan, digo yo. Probablemente el señor Cayo Lara reafirmará las tesis leninistas de la necesidad de una vanguardia de líderes revolucionarios que guíe a la masa de indignados. Él ya intentó acercarse por allí, pero los jóvenes le echaron con cajas destempladas.

Otro viento de estribor lo ha soplado, como suele hacer, la Justicia, de la que ya conocemos su conservadurismo, es decir, mayoritariamente pro PP. Unos jueces que al parecer no pueden librase de la “rémora Trillo”, que como ese pez fantástico que detenía los barcos, es capaz él de detener los pleitos. Decía Diego de Saavedra Fajardo: “No siempre vence la mayor fuerza. Al curso de una nave detiene una pequeña rémora”. Para tratar de neutralizar los efectos negativos del Gürtel en la campaña, los fontaneros del PP inventaron unas cuantas patrañas que afectaran a políticos del PSOE: “Caso Faisán” para desprestigiar a Rubalcaba o el aparente montaje sobre el ministro Blanco. El caso es que los jueces han llevado al banquillo antes a los denunciantes (Luna, en Valencia) que a los presuntos gángsters del Gürtel, al igual que va a preceder al de esta trama el juicio a Garzón. Incluso el pepero valenciano Betoret ha esperado a conocer los resultados de las elecciones para entregarle al juez los trajes que le “regaló” la banda, ¿puede el erario público resarcirse con unos trajes usados?; mejor donarlos a algún museo Judicial y Policial.

Otro viento que siempre ha soplado en contra del PSOE es el de los curas. La Iglesia, con su ridícula obstinación en tratar de dificultar o impedir el deleite venéreo de los humanos, arremete contra los que facilitan píldoras abortivas, abortos legales, matrimonios homo, divorcios exprés, etc., por lo que parecen contar con Rajoy y sus numerarios de cabecera para que les ayuden en la faena. Para colmo, ha venido hace tan sólo tres meses su jefe supremo, acompañado de una inmensa muchedumbre de jóvenes púlcramente uniformados, quizá para ver el contraste con las vestimentas grunge de los perroflautas de Sol. Díficil precisar el efecto sobre los resultados electorales, pero aquí sólo expresar la vergüenza ajena que tantos sufrimos con su raudo recorrido por las calles de Madrid encaramado en una especie de pajarera, agitando los brazos y sus ropajes barrocos.

La patronal, aunque libre ya del anterior presidente, tan nefasto para propios y extraños, sigue prefiriendo, y así lo expresa, un partido como el PP antes que una izquierda más favorable a un reparto justo de beneficios entre trabajo y capital. Contratos sin gastos de despido, salarios por debajo del mínimo legal, el ninguneo de los sindicatos y el aprovechamiento interesado del enorme ejército de reserva que forman los desempleados figurarán, sin duda, en la agenda de los empresarios.

Lo dicho más arriba figura asimismo en las esperanzas de los banqueros, que ya se han reunido hoy (25/11/2011) con Rajoy para presentarle apresuradamente sus interesados cahiers de doléances.

Obviamente, al igual que en la película y en el hecho real en ella narrado, dentro de la actuación del PSOE y sus capitanes habrá habido toma de decisiones in extremis, cálculos fallidos y otros avatares. Pero de ello nos ocuparemos en otra entrada.

J G Mardomingo

2011-11-18

¿Adónde vamos?


Bioteca acaba aquí su contribución a la campaña del 20-N en espera de que en la tarde noche de ese día comience a desvelarse el gran misterio; no ya saber quién gana y por qué diferencia, sino empezar a conocer qué va a hacer el ganador. Si lo fuera Rubalcaba, no habría tal incertidumbre: buscaría alianzas con los nacionalistas y seguirían implorando a la UE que haga algo para que no suban las primas de riesgo. Entretanto, seguirían las ayudas sociales, quizá menguantes por las órdenes de Frau Merkel, y poco más que hacer que esperar tiempos mejores.

La gran incógnita es qué hará el señor Rajoy, que parte en la carrera desde la pole position. No es que tenga, aparentemente, mucho margen de maniobra; quizá se limite a lo dicho en las líneas anteriores para el candidato socialista. Hay un interesante artículo en Le Monde de hoy (18-19Nov) titulado “Mariano Rajoy, le pouvoir à l’usure”, dentro de una edición prácticamente monográfica sobre España: “Espagne, où vas-tu”, que expresa la inquietante indefinición del candidato popular.

Así pues, no caben grandes dudas sobre la misión principal del ganador. Si lo fuera Rajoy: seguir pagando los altos intereses de la deuda a costa de endeudarse más. La incógnita principal es de dónde sacará el dinero, aunque incluso sus votantes más fieles se malicien que saldrá de la mengua del gasto social. Otro enigma es qué hará (si gana) con las leyes progresistas del septenario socialista. ¿Hará caso a los dóbermans agazapados en su partido. ¿Habrá para todos los que esperan lo suyo (Vid. El País 18/11/2011) ¿Anulará los matrimonios gays, como hiciera Franco con los divorcios de la República?

No es extraño el desanimo de los electores, a excepción de los que esperan con ansia recuperar lo que siempre ha sido y debe ser suyo. El diario Público ha venido publicando en los últimos días columnas pareadas con atisbos de los programas de los cinco partidos con mayores posibilidades (PP, PSOE, IU, UPyD y EQUO). Fuera del PSOE, que amagaba sin concretar sobre subidas de impuestos a los más poderosos, el resto no ofrecía la ninguna novedad, la menor idea original. Eso sí, en uno de ellos coincidían los cinco en un punto crucial, ¡el canon digital!, como si los ciudadanos perdieran cada noche horas de sueño preocupados por ese asunto.

UPyD

En las entradas anteriores apenas ha comentado Bioteca nada sobre esta formación. Y es que tampoco da para mucho el programa prudhommesque de la señora Díez. Pero a diferencia de Rubalcaba, que presumimos seguiría una senda zapaterista-felipista, o de Rajoy, que nos tememos resulte una titella del grupo más duro de su partido, el partido de Rosa Díez es un partido caudillista, como lo fueron en su día los de J. A. Primo de Rivera, Mussolini o Hitler; con los que, por cierto, se asemeja entre otras cosas por su falta de ideología y por la ambigüedad resumida en el ¡Hay que…!, incluso tiene sus D’Annunzios y Marinnetis; por ejemplo, en Vargas Llosa, un escritor y aventurero de la política con quien quizá coincide la candidata en su frustación: Vargas hizo el ridículo frente al “Chinito de la suerte, Fujimori” en las elecciones a la presidencia peruana en 1990, y Rosa Díez resultó derrotada en las primarias a la Lehendakaria frente a Nicolas Redondo Terreros en 1998 y también quedó en cuarto y último lugar, con sólo el 6% de los votos, en las primarias para elegir al secretario general del PSOE en el 2000.

El otro nombre en la candidatura de UPyD, cabeza y fin de la lista para el Senado es el de Álvaro Pombo, otro presunto parvenue de la política. Novelista, poeta y ex administrativo de la banca (fue asignado por el BHA a un puesto en Londres, y algunos maledicentes dicen que por las mismas razones por las que los partidos asignan a sus cargos más molestos a Bruselas, e.g., Carlos Iturgáiz, Mayor Oreja, Borrell o la propia Rosa Díez).

No se le puede negar una personalidad excéntrica a este candidato. Hace un par de días hizo unas declaraciones –creo que en TVE- sobre su homofobia, y a la vez sobre la necesidad del copago en la Sanidad pública, por las que rápidamente tuvieron que desautorizarle desde su partido.

Sabemos que una de sus primeras novelas, autobiográfica a todas luces- exponía su salida del armario gay en los bancs publiques de St. James Park. También conocemos por una las pocas precisiones de su partido, que Rosa Díez defiende el mantenimiento de la Sanidad pública gratuita.

Yendo más atrás, recordamos una anécdota que cuenta Eduardo Chamorro (“Juan Benet y el aliento del espíritu sobre las aguas”, Muchnik, 2001), según la cual Pombo había escrito a Benet desde Londres para que lo admitiera en sus reuniones literarias en el chalet de la calle Pisuerga. Benet accedió y Pombo comenzó a frecuentar la casa hasta que un día se debió de sentir ninguneado en la reunión y lanzó una botella de vodka que se estrelló a pocos centímetros de la cabeza de su anfitrión. No volvió por allá.

En fin ¡que los dioses repartan suerte! Sobre todo a votantes y abstinentes.

J G Mardomingo

2011-11-15

La izquierda soñadora

Las últimas encuestas auguran para la coalición IU el doble de los votos obtenidos en 2008. Todos creemos saber de donde vienen esos votantes: del PSOE; porque a nadie se le ocurriría imaginar que un votante del PP pudiera sufrir una alucinación paulina que lo llevara a votar a una lista encabezada por un comunista, comunista; de los de antes, de los de siempre.

Y es que la coalición sigue articulada en torno al PCE, uno de los últimos reductos que conserva esa denominación de origen -el PCUS, máximo referente del llamado “socialismo real” fue ilegalizado en Rusia en 1991, tras su último intento de golpe de Estado. El PCI, el partido comunista más importante de la Europa democrática, había desaparecido pocos meses antes.

Lo cierto es que los comunistas han tenido muy claro, al menos desde el primer cuarto del siglo pasado, cual es su principal enemigo político: la socialdemocracia. Tras la elección de Gaspar Llamazares como coordinador, la coalición pareció seguir una línea de aproximación al PSOE y de enfrentamiento con el PCE, liderado por Francisco Frutos –otro comunista, in primis, pero el doctor fue, quizá por ello, condenado al ostracismo asturiano.

La queja principal de IU es la falta de proporcionalidad del sistema electoral, pero ¿se sienten capaces de explicarle a los electores cómo, en sólo tres legislaturas, consiguieron bajar de 21 escaños a sólo uno en 2004 (el otro es de su compañero de lista), perdiendo las dos terceras partes de sus votos. Lamentan de que sus votos se diluyen en las múltiples circunscripciones, pero ¿qué obtuvieron en las últimas elecciones al Parlamento europeo, donde hay una sola circunscripción: uno y otro para el compañero de lista, igual que en las generales.

En fin, creo que deberían entender que la fórmula de la Ley electoral es una variable independiente mantenida desde la transición; lo que varía en el computo para IU es el número de sus votantes.

Volviendo al cabeza de lista, al señor Caro Lara, reconozcamos lo dicho anteriormente: que sabe quien es su mayor enemigo político; de ahí que no le importe pactar con el PP (Extremadura) o hacer la pinza contra el PP, como hizo su iluminado antecesor, el señor Julio Anguita. Sabe que los terrenos entre PC y PP están tan delimitados que es prácticamente el trasvase de votos de uno al otro, sobre todo del segundo al primero.

Esa clarividencia sobre el enemigo hace que todos los dardos del señor Lara vayan dirigidos hacia el PSOE. Pero aparte de esas invectivas, qué dice este comunista. Entresaco de una entrevista en El País (13/11/2011):

“El PSOE está roto. A los socialistas les pido el voto a pecho descubierto”

“No saco lecciones de lo que pasó en Extremadura. Es agua pasada”

“¿Presos políticos en Cuba? Veo mucho montaje. Tengo que ir para informarme”

En enero de 2010, tras el terremoto de Haití, criticó a Zapatero y a Obama:

"Cuba ha llevado a Haití médicos; Estados Unidos ha llevado militares. ¿Eran necesarios 10.000 militares de Estados Unidos en Haití?"

Un comentario éste último donde se juntan la demagogia, la malicia y la proyección psicológica. Olvida, acaso, este miembro del CF del PCE, las invasiones soviéticas de los países donde no les agradaban sus derivas ideológicas: 1956, Hungría (2500 húngaros muertos, 1300 heridos y 2000 fusilados más tarde); 1968, Checoslovaquía; 1979, Afganistán.

Pero, en realidad, la mayor masacre se produjo en la propia Rusia, bajo el sistema comunista –Solzhenitsyn calcula que fueron entre 40 y 50 millones los que cumplieron condenas en el gulag entre 1917 y 1953. Los Veinte Millones” de muertos podrían ser muchos más porque Stalin, tras la confección de los censos, tenía la costumbre de fusilar a los demógrafos.

En fin, bienvenidos sean los nuevos votantes al último refugio de la izquierda soñadora.

Julio G Mardomingo