Un amigo, poco sospechoso de “fachismo” me manda el siguiente e-mail:
BASTA YA!
ESTOS POLÍTICOS NOS LLEVAN A LA RUINA. ¿OS IMAGINÁIS CUÁNTAS FAMILIAS DESTROZADAS POR LAS SUBIDAS DE LAS HIPOTECAS? CUÁNTA GENTE NO LLEGA A FIN DE MES POR LA SUBIDA DE ALIMENTOS BÁSICOS! ¡Y AHORA QUIEREN SUBIR LA LUZ UN 20%! ¿PERO QUÉ ES ESTO?
DEJEMOS YA DE QUEJARNOS Y ACTUEMOS YA DE UNA VEZ! POR TODO LO QUE HICIERON NUESTROS PADRES Y NUESTROS ABUELOS...
PAREMOS ESTO DE UNA VEZ POR TODAS. SI SUBE TODO COMO ESTÁ SUBIENDO, QUE SE EQUIPAREN LOS SUELDOS A LAS SUBIDAS, QUE BAJEN LOS IMPUESTOS... QUÉ ME DECÍS DE LA GASOLINA?
POR ESTO Y TODO LO QUE SE NOS VIENE, PAREMOS EL PAÍS, QUE SEA LA PRIMERA VEZ QUE SE CONVOCA UNA HUELGA GENERAL POR INTERNET, QUE ESTE CORREO LLEGUE A LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN, POR TODO LO QUE NOS ESTÁN HACIENDO.
HUELGA GENERAL!!
MARTES 15 DE JULIO DEL 2.008.
ESTA FECHA DEBE PASAR A LA HISTORIA, PAREMOS EL PAIS, QUE DEJEN DE SANGRARNOS. SÓLO QUEREMOS VIVIR DIGNAMENTE, TENER UN PISO, TENER UNA FAMILIA Y PODER LLEGAR A FIN DE MES.
MANDA ESTE CORREO A TODOS TUS CONTACTOS Y ÚNETE PARA REALIZAR LA PRIMERA HUELGA GENERAL. NO LO OLVIDES: 15 DE JULIO DEL 2008. ¡O LO PARAMOS, O LOS POLITICOS NOS ARRUINAN!
Le respondo que mejor sería hacer la huelga el 18 de julio, una efemérides más querida por los organizadores, pero mi amigo, español tardío (no nació en España) no entiende la ironía, razón por la cual le replico que su envío me parece una soflama facha para erosionar a un Gobierno que aún no ha cumplido cien días en la nueva legislatura.
¿Por qué? Pues, porque el precio del euribor lo determina el Banco Central de la UE, que es quien también trata de bajar las tasas de inflación subiendo el precio del dinero, es decir, el del euribor. En los días de vino y de rosas, las gentes compran pisos alegremente, a pesar de que parezcan sobrevalorados, porque quizá creen que pueden sobrevalorarse más aún. Nadie piensa en el momento de firmar su hipoteca en los avatares de la economía en una sociedad de riesgo como la que vivimos, que puede conducir a que la inflación y el paro (stagflation, que decía el profesor Samuelson) les impidan seguir pagando su cuota hipotecaria; un hecho triste que se agrava porque junto a esa sobrevaloración mencionada se une el hundimiento del mercado de venta de pisos, que hace que el valor de estos se sitúe, incluso, por debajo de su precio real (ladrillos, cemento y otros componentes, junto al terreno -siempre supervalorado por la especulación-, manpower y todo lo demás.
En fin, ya lo decía el Pentateuco: Tras los siete años de hartura, comenzaron a venir los siete años del hambre, y hubo hambre en todos los países (Génesis, 41, 53-54)
Ya sé que esto puede hacer pensar que trato de culpabilizar a la víctima, pero creo que, al menos en estos países del primer mundo, somos, más o menos, los dueños de nuestro destino.
Otro ejemplo que me viene al coco es una reciente sentencia de una Audiencia que niega responsabilidad al Estado en las pérdidas sufridas por los “clientes” de la estafa piramidal basada en coleccionar sellos de correos. Todos sabemos que una vez comprado un sello, sólo está asegurado su valor de uso –para franquear una carta-, pero que si intentamos que el estanquero nos devuelva su importe, nos dirá que más verde las han segado, que él tiene su margen de beneficio y sólo podría recomprarlo por menos dinero. Pero bueno, el timo de”doña Baldomera” nos vienen de los tiempos de su padre, de Larra, y la codicia lleva a muchos a preferir los chiringos financieros a los bancos de Botín.
El asunto de la sobrevaloración de los pisos y las dificultades actuales para pagarlos es más complejo. Desde el malhadado “decreto Boyer” a nuestros días, los distintos Gobiernos centrales y autonómicos han venido dando bandazos que no han conducido a nada positivo, sino a especulación del suelo, predominio de la venta frente al alquiler, restricciones a la vivienda social, etc. A todo esto se ha unido últimamente una demanda excesiva por la llegada masiva de emigrantes o las compras de los europeos ricos en busca del sol, todo ello aprovechando la bonanza económica.
Hay una coincidencia perversa en los dos casos mencionados, y es que tanto los vendedores de pisos como los compradores de sellos piden ahora árnica al Estado, peticiones a las que el Gobierno debiera negarse radicalmente, bastante tendrá que hacer ayudando a los más humildes que no puedan pagar las hipotecas.
Y a mi amigo, sólo decirle que más que pedir una huelga general (por otra parte, en fechas tan poco propicias) pida que salgamos de la UE y que un gobierno autárquico fije las políticas monetaristas.
JGM
Arriba, foto de "El Pocero"
Abajo, Manifa de afectados de los sellos