2011-11-18

¿Adónde vamos?


Bioteca acaba aquí su contribución a la campaña del 20-N en espera de que en la tarde noche de ese día comience a desvelarse el gran misterio; no ya saber quién gana y por qué diferencia, sino empezar a conocer qué va a hacer el ganador. Si lo fuera Rubalcaba, no habría tal incertidumbre: buscaría alianzas con los nacionalistas y seguirían implorando a la UE que haga algo para que no suban las primas de riesgo. Entretanto, seguirían las ayudas sociales, quizá menguantes por las órdenes de Frau Merkel, y poco más que hacer que esperar tiempos mejores.

La gran incógnita es qué hará el señor Rajoy, que parte en la carrera desde la pole position. No es que tenga, aparentemente, mucho margen de maniobra; quizá se limite a lo dicho en las líneas anteriores para el candidato socialista. Hay un interesante artículo en Le Monde de hoy (18-19Nov) titulado “Mariano Rajoy, le pouvoir à l’usure”, dentro de una edición prácticamente monográfica sobre España: “Espagne, où vas-tu”, que expresa la inquietante indefinición del candidato popular.

Así pues, no caben grandes dudas sobre la misión principal del ganador. Si lo fuera Rajoy: seguir pagando los altos intereses de la deuda a costa de endeudarse más. La incógnita principal es de dónde sacará el dinero, aunque incluso sus votantes más fieles se malicien que saldrá de la mengua del gasto social. Otro enigma es qué hará (si gana) con las leyes progresistas del septenario socialista. ¿Hará caso a los dóbermans agazapados en su partido. ¿Habrá para todos los que esperan lo suyo (Vid. El País 18/11/2011) ¿Anulará los matrimonios gays, como hiciera Franco con los divorcios de la República?

No es extraño el desanimo de los electores, a excepción de los que esperan con ansia recuperar lo que siempre ha sido y debe ser suyo. El diario Público ha venido publicando en los últimos días columnas pareadas con atisbos de los programas de los cinco partidos con mayores posibilidades (PP, PSOE, IU, UPyD y EQUO). Fuera del PSOE, que amagaba sin concretar sobre subidas de impuestos a los más poderosos, el resto no ofrecía la ninguna novedad, la menor idea original. Eso sí, en uno de ellos coincidían los cinco en un punto crucial, ¡el canon digital!, como si los ciudadanos perdieran cada noche horas de sueño preocupados por ese asunto.

UPyD

En las entradas anteriores apenas ha comentado Bioteca nada sobre esta formación. Y es que tampoco da para mucho el programa prudhommesque de la señora Díez. Pero a diferencia de Rubalcaba, que presumimos seguiría una senda zapaterista-felipista, o de Rajoy, que nos tememos resulte una titella del grupo más duro de su partido, el partido de Rosa Díez es un partido caudillista, como lo fueron en su día los de J. A. Primo de Rivera, Mussolini o Hitler; con los que, por cierto, se asemeja entre otras cosas por su falta de ideología y por la ambigüedad resumida en el ¡Hay que…!, incluso tiene sus D’Annunzios y Marinnetis; por ejemplo, en Vargas Llosa, un escritor y aventurero de la política con quien quizá coincide la candidata en su frustación: Vargas hizo el ridículo frente al “Chinito de la suerte, Fujimori” en las elecciones a la presidencia peruana en 1990, y Rosa Díez resultó derrotada en las primarias a la Lehendakaria frente a Nicolas Redondo Terreros en 1998 y también quedó en cuarto y último lugar, con sólo el 6% de los votos, en las primarias para elegir al secretario general del PSOE en el 2000.

El otro nombre en la candidatura de UPyD, cabeza y fin de la lista para el Senado es el de Álvaro Pombo, otro presunto parvenue de la política. Novelista, poeta y ex administrativo de la banca (fue asignado por el BHA a un puesto en Londres, y algunos maledicentes dicen que por las mismas razones por las que los partidos asignan a sus cargos más molestos a Bruselas, e.g., Carlos Iturgáiz, Mayor Oreja, Borrell o la propia Rosa Díez).

No se le puede negar una personalidad excéntrica a este candidato. Hace un par de días hizo unas declaraciones –creo que en TVE- sobre su homofobia, y a la vez sobre la necesidad del copago en la Sanidad pública, por las que rápidamente tuvieron que desautorizarle desde su partido.

Sabemos que una de sus primeras novelas, autobiográfica a todas luces- exponía su salida del armario gay en los bancs publiques de St. James Park. También conocemos por una las pocas precisiones de su partido, que Rosa Díez defiende el mantenimiento de la Sanidad pública gratuita.

Yendo más atrás, recordamos una anécdota que cuenta Eduardo Chamorro (“Juan Benet y el aliento del espíritu sobre las aguas”, Muchnik, 2001), según la cual Pombo había escrito a Benet desde Londres para que lo admitiera en sus reuniones literarias en el chalet de la calle Pisuerga. Benet accedió y Pombo comenzó a frecuentar la casa hasta que un día se debió de sentir ninguneado en la reunión y lanzó una botella de vodka que se estrelló a pocos centímetros de la cabeza de su anfitrión. No volvió por allá.

En fin ¡que los dioses repartan suerte! Sobre todo a votantes y abstinentes.

J G Mardomingo

1 comentario:

Hebert - casas en venta dijo...

vaya esa gran campaña les dio bastante resultados por lo visto.