2009-02-18

El "corralito" de Botín


Viste, ché, !qué bárbaro! Ya tenemos "corralito" acá.
El año pasado, el Sr. Botín, en la llamada "mejor operación inmobiliaria de 2008", vendió todos los edificios del Santander. Eso quiere decir que barruntaba la que iba a caer. El se salvó de la quema pero no tuvo la menor consideración con los ahorradores del fondo Banif Inmo: Siguió cobrando una alta comisión, no avisó a (¿todos?)sus suscriptores y mantuvo rígidos los dos plazos anuales de salida. La desvergüenza llega hasta el punto de que hoy, (18/2/09), su página web asigna a este fondo un perfil de riesgo ¡BAJO!.
Tengo dudas sobre la legalidad de la situación (los gestores personales se comprometen a orientar y prevenir a los inversores, para eso Banif es banca privada; pero puede que sólo privilegiaran a algunos con su información).
Aún en el caso dudoso de su legalidad, es obvia la falta de ética de estos tiburones de las finanzas, aunque existe alguna diferencia: el BBV ante una situación similar ha pagado a los suscriptores del fondo.
No confío demasiado en que la CNV tome medidas; ya hemos visto que otra Institución, el Banco de España, parece proteger únicamente a los poderosos, y que su gobernador, como si lo fuera de una ínsula caribeña, quiere arrebatar a los trabajadores lo que ni siquiera el dictador Franco trató de hacer.
J G Mardomingo




Abajo: Cacerolada en Argentina por el "corralito" de 2001-2002

2009-02-07

Magia vaticana




A finales del siglo XIX, el antropólogo escocés J G Frazer trazó un esquema evolutivo del pensamiento humano a través de los siglos. Según este estudio, que expuso en su obra La rama dorada, la Magia constituiría un estadio primero de la civilización, esta etapa sería sustituida progresivamente por la Religión. Finalmente, esta última sería reemplazada por la Ciencia en un estadio superior de desarrollo del pensamiento y el conocimiento humanos.

A la vista de lo que propagan desde el Vaticano el Sumo Pontífice y los miembros de su institución, difícilmente puede uno, no ya creer en ese estadio superior fraziano, sino incluso en que la Religión -al menos la católica-romana- haya conseguido superar la Magia primordial.

Largo ha sido el camino del conocimiento humano para desentrañar la realidad material objetiva, desde las teorías de la antigua Grecia, que fundaban que todo lo material estaba constituido por los cuatro elementos, hasta las teorías del flogisto, en el siglo XVII.

Pero, ya a finales del siglo XVIII el francés Lavoisier estableció una ley de difícil falsación, la ley físico-química cuyo enunciado dice que la materia ni se crea ni se destruye, que únicamente sufre transformaciones.

Los descubrimientos a partir de ahí de desarrollaron a velocidad de vértigo hasta llegar a desentrañar la naturaleza de las partículas más elementales.

Ya, siglo y medio después de Lavoisier, Albert Einstein explicó la transformación de la masa en energía y viceversa, pero manteniéndose constante el monto total, es decir masa y energía son la misma cosa, bajo distintas formas.

No importa el tremendo esfuerzo científico de tantos hombres y mujeres.. Esta gente, la clerigaya, cuyo principal esfuerzo es el de rezar y hacer sacrificios a su dios, insisten hasta la náusea en su teoría creacionista, a sabiendas de que no se puede crear cosa alguna de la “nada”, entre otros motivos, porque la nada no existe; es un simple concepto, como el infinito, imprescindible para construir sistemas matemáticos.

Pero, héteme aquí que no se limitan los católico-romanos a ese ejercicio de ilusionismo, un juego que haría palidecer de envidia al mago Copperfield. No, ahora, les ha dado por hacer que desaparezcan seis millones de judíos, los del Holocausto.

El Papa actual ha rehabilitado a un obispo, el británico Richard Williamson, que se emperra en decir que ningún judío murió en las cámaras de gas, según él porque éstas no existieron. Supongo que, según este santo varón, las cámaras que se muestran ahora en los campos conservados como museos, así como los hornos crematorios, serían para que se ducharan los prisioneros y luego se secaran al calor de los hornos. No obstante, este prelado, gloriosamente devuelto al frente del altar por el Papa alemán, está dispuesto a conceder que morirían entre 200.000 y 300.000 judíos, pero ninguno en las cámaras de gas. Supondrá este buen hombre que los censos de población en Europa son un invento reciente.

Entre sus peregrinos argumentos, este clérigo señala, por ejemplo, que no había chimeneas tan altas para eliminar el gas o que la retirada de éste hubiera resultado peligrosa para los verdugos, etc....

Menos mal que tenemos a Frau Merkel, y que el negacionismo es un delito en Alemania. Supongo que el antiguo joven nazi dará marcha atrás o les puede pasar a los dos como al cardenal Marzincus, que no puedan salir nunca de las 44 hectáreas del Estado Vaticano.

JGM

2009-02-03

LA RIQUEZA DE LAS NACIONES


Parece que fue J K Galbraith quien dijo que había dos tipos de economistas: los que no saben nada de esa disciplina y los que ni siquiera reconocen su ignorancia. Bien, este blogger pertenece al primer grupo.

Lo que sucede es que los tiempos de crisis son propicios a la aparición de todo tipo de arbitristas y de intérpretes; recordemos la primera crisis económica de la Historia y la interpretación que el “casto” José hizo al faraón (Génesis, 41)

Viene esto a cuento de lo que acabo de leer sobre la reunión de Davos:


“Los expertos calculan que la tormenta subprime se ha llevado por

delante al menos una cuarta parte de la riqueza mundial…”

(El País, 1/2/2009)


Bueno, yo creo que una destrucción de riqueza tan tremenda sólo tuvo lugar durante los seis años que duró la II GM y, preferentemente, en Europa y Japón. Entonces ¿a qué llaman riqueza estos pájaros? ¿No será que la disciplina económica se aleja cada vez más de la Ontología para adentrarse en la Metafísica? ¿Qué números índice estadísticos utiliza esta gente para medir ese cataclismo?

La “tormenta subprime” no es un fenómeno nuevo. Parece que una de las causas de la “Gran Depresión” fue el ‘boom’ inmobiliario de 1925 en Florida. Cualquier agente de bienes raíces podía comprar grandes extensiones pantanosas en ese estado, dividirlo en parcelas y venderlas tras haber aumentado exponencialmente los precios. La oferta, en principio, iba dirigida a futuros jubilados, pero gentes de todos los estados compraban los títulos de propiedad sin ni siquiera haber estado nunca en Florida. Los Everglades eran una zona pantanosa, infestada de caimanes y de mosquitos, donde ni al arquitecto de Pedro el Grande se le hubiera ocurrido construir. El caso es que la gente pedía préstamos a los bancos para comprar escrituras que luego revendía; hasta que alguien descubrió que a aquello le faltaba un tornillo y llevó a la desconfianza en el Sistema Financiero -quebraron más de 5.000 bancos norteamericanos.

Volvamos a nuestro titular: Toda esa riqueza ahora perdida consistía simplemente en unas cuantas toneladas de papeles con cifras impresas que, juntos, sólo hubieran servido para alimentar las calderas de la calefacción de alguna torre de Wall Street durante una semana.

Lo más curioso de todo esto es la capacidad de autoengaño de los humanos por simple codicia. Las cosas no vienen de ahora, al menos en nuestro país. Ya cuando la crisis de las “.com”, TERRA, que sólo facturaba alrededor de 10 millones de euros y sufría unas pérdidas millonarias, tenía un valor en Bolsa superior al del BBVA o al de Repsol, siendo su activo financiero principal “una lista de clientes”.En poco más de tres años (Feb/2000-May/2003), sus acciones pasaron de valer 155.65€ a sólo 5.25€, según la OPA que ofertó Telefónica., su casa matriz.


Aunque no tengo mucha confianza en el método de corrección por el error, creo que todos deberíamos enmendar un poco las últimas borracheras consumistas o, al menos, no utilizar para ello los créditos bancarios.

Así, podríamos, por ejemplo:

-Dejar de hacer cola toda la noche para comprar la nueva consola cuando todavía no hemos utilizado todas las funciones de la anterior.

-Evitar ir hasta Tailandia para poder contar a la vuelta que hemos visto a una nativa fumando con el cigarrillo entre los labios menores.

-Dejar de celebrar la comunión de la niña como si se hubiera casado con uno de los hermanos Lehman: Todo a crédito en un salón de bodas y bautizos, en el que el encargado, al ver tanta gente, saca hasta los últimos restos de su almacén.

-No empeñarse por comprar el coche-tanque más grande del mundo para ir asustando a los más pequeños y obligar a los demás vecinos a hacer cien maniobras en el garaje de su casa. Sobre todo porque lo va a usar únicamente el conductor para ir cada día, en Madrid, desde La Vaguada hasta el Parque Juan Carlos I.

-Reprimirse y no ir a las rebajas a comprar todos los harapos reciclados en China, y que un mes después estarán en alguno de los contenedores de“Humana”.

-Desistir de gastar queroseno para ir a un resort de la Dominicana del que no se puede salir, porque ir a la ciudad natural más próxima nos llevaría más de un día a través de una carretera como la de “Le salaire de la peur”, la peli de Clouzot. Toda la ciudad de Benidorm es prácticamente un parque temático, barato y a tiro de piedra, y no se corre el riesgo de que un cubito de hielo espurio te haga pasar las vacaciones sentado en el Klo.

-No volver a llamar gilipollas al que ha ahorrado cuatro euros y los ha metido en el banco, diciéndole que en el chiringo de enfrente le dan el doble o el triple de interés.

-Dejar de “tirar la casa por la ventana” yendo con otro matrimonio a comer a un restaurante que acaba de abrir y cuesta 100 euros por cabeza. Todo porque sirven cabezas de chorlito con trufas de la Auvernia y pollita virgen deshuesada al Armagnac..

(Queda abierta la relación para que los supuestos lectores añadan sus entradas)

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Lo más triste de toda esta crisis es, como siempre, el factor humano.

Los trabajadores británicos han empezado ya a movilizarse pidiendo a sus gobernantes que discriminen a los trabajadores extranjeros: “Put British workers first”, exigen a Mr Brown.

En realidad no se precisan esas medidas, los puestos de trabajo que ocupan esos parias les discriminan por sí solos. Los gobernantes del primer mundo cuentan esta vez con que la población laboral más afectada no será lo que la terminología marxiana llamaba el “ejército industrial de reserva” de los trabajadores. El nuevo “ejército de reserva” lo componen principalmente esos emigrantes que llegaron atraídos por el boom, y que, como estamos viendo, ahora se les ofrece un billete de vuelta a casa y dinero para los bocadillos. Ya les dejarán volver cuando las vacas flacas hayan engullido a las gordas.

JGM

Foto superior. "El Jueves negro" en Nueva York

Abajo: Manifa de trabajadores británicos