2013-05-08

Díaz y Gallardón ¿fascistas o idiotas?

Díaz y Gallardón ¿fascistas o idiotas?


¿Se trata de dos fascistas o de dos idiotas? Bueno, como diría Paul Auster, “dos opiniones totalmente legítimas pueden ser contradictorias”.
El ministro Gallardón, tras haber llevado a Madrid a dar con el culo a las goteras, se elevó al Ministerio de Justicia y Gracia. Esta última ya la aprovechó para indultar a un homicida borracho sobre el que pesaba una merecida condena, pero que tuvo la “suerte” de encontrar un abogado defensor que ¡oh casualidad, trabajaba en el bufete del hijo de este ministro tan “gracioso”!
Este derrochador fastuoso, este malgastador, este despilfarrador de los bienes que no eran suyos, pero los consideraba como propios; salió del Ayuntamiento al que le había desterrado otro que tal baila  -el de los fastos padrinescos de El Escorial- , para formar parte de la cúpula de un Gobierno, procedente toda ella de un partido que a tenor de lo que aparece cada día en los periódicos –incluso en los que les son afines- más se asemeja a una asociación de malhechores.
Al parecer, el ministro Gallardón,  defiende no ya sólo el creacionismo del mundo sino el del nasciturus, este último, también, como una propiedad de ese ser supremo en el que apenas creen él y cuatro viejas más.
¿Puede, entonces establecerse, en el mundo de las creencias y en el del pensamiento, alguna diferencia entre este ministro y cualquier granjero palurdo de Connecticut?  
Bueno, sí, que el segundo se limita a desmochar panochas, a acudir los domingos a su iglesia rural y a votar, si le dan el certificado, al Tea Party; mientras que este repipi, este niño pera, del que su papá decía que era aún más fascista que él; se intenta erigir en un jurisconsulto decisionista, en un remedo del Kronjurist Carl Schmitt.
Es decir, mientras que el primero introduce su voto, si puede, en una urna, donde la papeleta se sentirá medio huérfana; el segundo, el de la desmadrada monumentalidad faraónica, va a amargar la existencia, a fastidiar la vida de millones de sus conciudadan@s, precisamente a l@s que le han servido hasta hace poco con sus impuestos para mantener sus desmesurados dispendios.
(@ El bloguero se permite esta licencia tipográfica,porque si bien son las mujeres las principales perjudicas por las decisiones fascisto-sectarias del ministro, también, los hombres que las acompañan las sufren, cada uno a su manera).  
Pero, malquerido ministro, es usted tan cínico como para pasar por alto que las mujeres de su banda, cuando lo creen pertinente, les importa un bledo sus rancias creencias y se largan a abortar a Londres, para de paso, comprarse un sweater de angora en Harrods.
Claro que a usted esas mujeres no le importan, las considera fieles que ya han comprado, con buen dinero, su parcela en el paraíso. A las que hay que salvar del pecado es a los otras, a la mayoría; y si sufren ¡que se jodan! como dijo una vez una correligionaria suya.    
 
La otra duda radica en el ministro de Interior, que en una declaración hecha hoy (7/5/2013) en rueda de prensa, ha afirmado que:
El aborto “tiene algo que ver” con ETA, “pero no demasiado”
(Titular de El País).
 Tras su declaración, Díaz ha aprovechado para apoyar al ministro de justicia, Alberto Ruiz Gallardón, en la reforma de la ley del aborto. "Estoy totalmente de acuerdo con la opinión del ministro de Justicia. Apoyo de la A a la Z todo lo que dijo y cómo lo dijo"
Creemos que si el ministro Gallardón no ha salido a decir a la prensa: “mire, yo no tengo nada que ver con esas declaraciones





de mi socio”, es quizá, porque el ministro justiciero se sentirá complacido con esas memeces.
Díaz es un  ferviente católico, que según nos cuenta El País de las fechas mencionadas, hace que sus colaboradores –que dado el clientelismo político al uso imaginamos legión-  diseñen su agenda para que no falte ningún día a misa.
La declaración de hoy, unida a la que hizo el pasado marzo, y que tanto indignó a los colectivos de homosexuales al asegurar que los matrimonios entre personas del mismo sexo "no garantizan la pervivencia de la especie", podrían servir para que un jurado integrado por prestigiosos miembros de la biología, del Derecho, y de las demás Ciencias sociales, dictaran un veredicto que llevara aparejada una sentencia, bien para ser cumplida en una institución mental, bien para obligarle a asistir con regularidad a una escuela pública de EGB.
Pero no frivolicemos, fascistas o idiotas, o ambas cosas; se trata de dos tipos peligrosos para nuestra sociedad.
¿Y quienes son sus principales víctimas? Las de siempre, las mujeres. Más de la mitad de la población. 
JGM