2011-07-15

El modelo alemán

Quizá los orígenes radiquen en el corto reinado de José I, hermano de Napoleón Bonaparte, pero el hecho es que en lo jurídico, lo educacional y lo administrativo nos venimos rigiendo desde hace más de dos siglos por los modelos franceses.

Parece que ahora comienzan a sonar aires de fronda tanto en los ámbitos políticos como en los educativos y los laborales. Más que aires de fronda, deberíamos decir aires de Marzrevolution, porque aparente y súbitamente el país ha decidido mudarse a los modelos alemanes.

El manifiesto más reciente en cuanto a esos cambios es el que surge del discurso de “toma de posesión” de Alfredo P. Rubalcaba: cambio de la Ley Electoral según el modelo alemán. Un gesto quizá hacia el 15-M, o puede que para tratar de aminorar la anunciada mayoría absoluta del PP, suponiendo que diera tiempo. Los partidos políticos que resultarían más beneficiados por ese no han podido, sin embargo, reprimir sus críticas irónicas: Izquierda Unida (ese oxímoron) y el partido populista de Rosa Díez. Gente poco agradecida, pensamos.

Dado que en España, la circunscripción electoral es la provincia, la implantación del sistema electoral alemán (dos votos por ciudadanos: uno, directo, para un candidato por circunscripción, y el otro para una lista de partidos) implicaría un cambio en el Título III de la Constitución, lo que significa una mayoría de tres quintos en cada cámara, y otras fórmulas para el caso de no conseguirse esas mayorías.

Más sencillo resultaría, en principio, modificar la Ley Electoral, que, como ley orgánica, sólo requeriría la mayoría absoluta del Congreso. Los cambios que podrían cambiarse en esta ley podrían ser:

-El aumento del número de diputados hasta cuatrocientos; lo que permitiría la representación de algunos partidos que actualmente no consiguen escaños pese al número global de votos.

-Reducción del mínimo de diputados por provincia hasta lo que marca la Constitución (uno). Esto evitaría la sobrerrepresentación de las provincias con menor población.

-Cambio del método D’Hondt por el modelo Hare-Niemeyer, un sistema de cocientes que no favorecería tanto a los mayores partidos.

Empleo:

-Parece que últimamente, los sindicatos han aceptado seguir el sistema alemán de reducción de empleo, que consiste en rebajar las jornadas de trabajo en lugar de despedir trabajadores.

Vivienda

-Otra característica propia de España es, que a diferencia de otros países. Alemania, Francia, Suecia, Austria, etc. Los ciudadanos optan por la compra de su vivienda en lugar del arrendamiento.

En Alemania, el 51 por ciento de la población arrienda la vivienda, mientras que en España sólo lo hace el 13 por ciento.

Se agrava el problema al dedicarse en España sólo un uno por ciento de viviendas sociales al alquiler -una cifra ridícula comparada con las de otros países europeos.

Los sociólogos dicen que la costumbre viene del franquismo, que consideraba que la propiedad de la vivienda hacía a la gente más conservadora. Pero el efecto es muy negativo, sobre todo para el empleo, ya que limita la movilidad geográfica en busca de un trabajo mejor o, simplemente, de trabajo. También lo es para la emancipación de los jóvenes, con una diferencia abismal en las edades en que abandonan las casas de los padres muy lejanas de los países mencionados.

Es este uno de los aspectos donde no parece que se vaya a seguir el modelo centroeuropeo. Los políticos de los grandes partidos hablan de mantener, bajar o las subvenciones a la compra de vivienda, pero no parece que nadie opte por el alquiler social de la inmensa colección de viviendas vacías. No parece que a pesar del fiasco de las hipotecas y del sobreprecio de las viviendas esté el personal por la labor de cambiar el modelo. Sólo ha subido en dos puntos en los cuatro últimos años el nivel de los alquileres.

Relacionado, asimismo, con los problemas laborales, parece que se va a proponer (en este caso promovida por el PP) la implantación de una formación profesional similar a la Berufsfachschule alemana. El sistema educativo alemán divide a los alumnos a partir del cuarto curso de educación básica en cuatro líneas diferentes de enseñanza secundaria, dos de los cuales, los más cortos, conducen directamente a la enseñanza profesional. Obviamente el sistema es mucho más costoso que el español, pero evita pérdida de tiempo y frustración en los alumnos.

Las carencias de la formación profesional en España ha llevado a muchos jóvenes a lanzarse al trabajo en el boom de la construcción, como mano de obra sin cualifica. Al estallar la burbuja inmobiliaria, se encontraron muchos de ellos en el paro, sin haber acabado sus estudios y sin cualificación profesional; mientras, hubo que suplir la mano de obra profesional con especialistas venidos, principalmente, desde los países del este de Europa. Sin embargo, son ahora nuestros jóvenes ingenieros los que tienen la mirada puesta en la Alemania de Frau Merkel.

(El cuadro muestra el esquema del sistema educativo alemán. La guardería, el jardín de infancia y la enseña primaria son comunes y voluntarias. La Realschule y la Hauptschule son enseñanza secundaria más corta que las otras, y conducen directamente a la formación profesional).

¡Ojalá funcione el cambio de modelo!

J G Mardomingo

1 comentario:

Anónimo dijo...

Gracias por la información, les dejo como complemento un esquema del sistema.
http://derecho-chile.cl/?p=348