Alcaldadas de Pozuelo

Una de las primeras medidas del alcalde Pozuelo de Alarcón nada más comenzar el año fue la de incrementar el precio de las clases de tenis ,que se imparten en su polideportivo, en un treinta por ciento. No importa que el IPC del año rondara el cuatro, este adalid del PP ha decidido que el tenis suba el treinta por ciento.
Lo más triste es que la mayoría de los que vamos a esas clases somos jubilados, es decir, no pretendemos ir a Wimbledon, sino hacer un poco de ejercicio deportivo un par de veces por semana.
Parece que otra de las medidas en este ámbito es la de privatizar las otras pistas de tenis, las del Valle de las Cañas. Suponemos que si la concesión de los campos de golf recayó en el peluquero de Aznar, la del tenis irá a parar a la manicura de Esperanza Aguirre.
Ya sabemos la cantidad de gastos que tiene ese Ayuntamiento, desde organizar conferencias solemnes en centros públicos para que el pícaro Aznar justifique los crímenes de guerra, hasta construir un tren ligero que rueda vacío hacia ninguna parte. Pero más serio es que use el dinero público para sufragar esa revista mensual que tan generosamente reparte entre los pozuelanos, y que aprovecha para expresar su sectarismo político.
Ya, tres meses antes de las elecciones generales, dedicó esa revista municipal una página completa a una incalificable propaganda electoral a favor del PP, con la jeta impresa del Sr. Félix Alba. Siguieron otras dos, a cual más sectaria, provocativa e infame. Todo ello a costa del erario público, en franca muestra de corrupción tanto electoral como administrativa. Las tristes páginas de este buen señor eran un trasunto de las declaraciones más virulentas e irresponsables de la peña Zaplana-Rajoy-Aguirre-Acebes-Pujalte-Oreja.
El alcalde sigue reservando su página para el autobombo estrictamente municipal -ya tiene a su mandado para el juego sucio-, y la representante de la oposición, Eva Izquierdo, se ciñe también a lo estrictamente municipal y sólo hace una leve crítica a esa exacerbada intromisión sectaria de las huestes de Aznar y Rajoy.

Parece ser Pozuelo de Alarcón el municipio con mayor renta per capita de España.
Desgraciadamente, en este país, estatus económico, grandeza moral y espíritu democrático no parecen ir muy unidos. Aún quedan topónimos de la barbarie franquista en las calles de esta floreciente ciudad Una muestra es la persistencia del nombre de la calle más larga: “Avenida del General Mola”, que en su prolongación de Aravaca cambió el nombre por el más romántico de “avenida de la Osa Mayor”.

Hay que recordar a ese general felón que definía la guerra como una necesidad biológica, ¿les suena?, y que en julio de 1936 decía:

“Hay que sembrar el terror. Hay que dejar sensación de dominio eliminando sin escrúpulos ni vacilación a todos los que no piensan como nosotros”.

Y antes de su aventurera desaparición postulaba que:

“Nunca debe volverse a fundamental el Estado ni sobre las bases del sufragio inorgánico, ni sobre el sistema de partidos, ni sobre el parlamentarismo infecundo y nocivo… Hora es de olvidarse de zarandajas como las de los derechos humanos, otras que solamente los masones escupen por su boca. Limpiar de rojos las calles y ciudades, esa es la misión del Ejército”.

JGM