2012-09-15

El enanismo político de Rajoy



 


Cuentan que Stalin, irritado con la viudad de Lenin porque disentía de alguna de sus propuestas, le espetó en una reunión del Comité Central: “Krúpskaia, si insistes en llevarme la contraria, nombro a otra viuda de Lenin”

Stalin fue un terrible hombre de Estado –el dueño de su estado- que se reunía con Churchill y Roosevelt para repartirse el mundo, y emborracharse después los tres.

Se imaginan lo que le hubiera durado a este matarusos la marquesa de la Puerta de Sol, ¿y el irredento franquista Oreja?

Hay frecuentemente sucesos sobre los que los políticos –y la gente sensata- ha de pasar de puntillas, e.g., el asesinato de Bin Laden, el linchamiento de Gaddafi y, por no ir más lejos, el excarcelamiento del asesino muribundo Uribetxeberria Bolinaga.
Pero Rajoy, en vez de decirle a la duquesa que, en su mandato como jefe de gobierno, se cumplirán las leyes a rajatabla, y que la que no las cumpla se convertirá en una fuera de la ley, se enreda en dar pasos confusos atrás y adelante y cabrear a todos.
En cuanto a Oreja,  pensó quizá Rajoy que se lo quitaba de en medio enviándolo como cabeza de grupo a la UE, pero no se dio cuenta de que Bruselas está a dos horas de Madrid en avión.
¿Acaso no podía haber creado para él un consulado en Ushuaia, en la Tierra de Fuego?

Porque veamos: a esos dos cínicos de la política: a la chulesca presidenta de la CAM y al fascista de Oreja, les trae tan sin cuidado la salud de ese sociopsicópata, como el estado de Derecho o la moral de las víctimas del terrorismo. Lo único que pretenden es empujar más a Rajoy al abismo para ponerse, ella de presidenta, y volver Oreja a donde le pusiera su amigo Aznar, a un ministerio, desde donde nombrar al coronel Alamán ministro de la Guerra. Es una maniobra política en la que ese partido está bien entrenado. Ya practicaron la misma estrategia demagógica para desgastar a Zapatero con lo de aquel fulano, al que no querían ni sus más próximos, el siniestro “de Juana Chaos”.

Los políticos europeos influyentes acusan a Rajoy de adolecer de carencias como hombre de Estado, de supeditar los intereses electorales de su partido (elecciones andaluzas) a los intereses del país, incluso a los de la UE (al parecer, sigue ahora empecinado en retrasar el rescate hasta después de las elecciones en Galicia, para desesperación de Europa y de los empresarios españoles).

Sugieren, así, los europeos que Rajoy no es un hombre de Estado, sino un “hombre de partido”. Dado el poco mando que ejerce dentro de ese partido –véase lo antes expuesto- `va pareciendo cada vez más un “hombre de concejo”.
En su enanismo político, Rajoy sigue diciendo las mismas bobadas que cuando era el “comepiedras de Aznar”. En Finlandia, dijo el otro día que  “Según parece, tendremos que pedir el rescate”. Una forma tan impersonal de hablar ante un tema tan crucial, que parecía como si estuviera diciendo “parece que el domingo lloverá”.

Cataluña

Casi toda Europa, y quizá también el Departamento de Estado norteamericano, han acogido con sorpresa, y luego con atención, la multitudinaria manifestación independentista del pasado miércoles  (12/09/2012) en Barcelona. Así decía en su portada The Guardian:
 

Catalonia warns EU that million-strong march cannot be ignored

Leader of Spain's wealthiest region suggests separatist feeling could be dampened if Catalonia kept more of its taxes

Sólo Rajoy parece haber minusvalorado ese clamor. De ”algarabía” lo tachó:

Algarabía:

 - f. Lengua árabe.
                             - fig. Lengua o escritura ininteligible.
                             -  Manera de hablar atropelladamente.
-Gritería confusa.

Nos recuerda la reacción del rey Felipe IV, cuando estando en una cacería le comunicaron la cuasi secesión de Portugal. Parece que comentó algo así como “Un quebradero de cabeza menos”.
Es reciso recordar cuando se cumple un siglo de lo que Ortega y Gasset con respecto a la "España invertebrada": 

"Cuando una sociedad se consume víctima del particularismo, puede siempre afirmarse que el primero en mostrarse particularista fue precisamente el Poder central. Y esto es lo que ha pasado en España.
Castilla ha hecho a España y Castilla la ha desecho."
 


Muestra del desinterés de nuestro apático presidente fue que mientras la BBC ofreció la portada de su telediario a la manifestación catalana, la televisión pública (TV1) de aquí la relegó a la séptima posición. Estaba aleccionada, sin duda, esa manga de fascistas que Rajoy y sus compinches colocaron ahí, al puro estilo del doctor Goebbels.

Atención a navegantes: No todos los partidos son iguales:

     El PSOE democratizó la televisión pública.
     El PP se la ha apropiado, la ha patrimonializado  para ejercer su agitpro .

Menos mal que aún nos queda “el Wyoming”, y que mañana (ya hoy) será sábado 15 de septiembre.


Julio García Mardomingo

2012-09-05

La condesa y el gángster



He recibido hoy un correo  incluyendo una presentación, que con el nombre de “Despilfarro”, contiene treinta diapositivas bien fotografiadas, cada una con un texto breve pero preciso -costes, sobrecostes e inutilidad- de treinta grandes obras públicas llevadas a cabo en España en los últimos años. El total de esos proyectos faraónicos asciende a 6.000 millones de euros; prácticamente el total de subida de impuestos (IRPF, Rentas del capital e IBI) que el PP impuso el pasado enero.
 
La tercera parte de los disparates consiste en ¡diez! aeropuertos –menos mal que no les dio por hacer centros espaciales lanzadores-; de los cuales uno, el segundo más caro, el de Castellón (150 millones), ni tiene aviones ni se les espera; y aún está por acabar el monumento (300.000€) al sátrapa Fabra.
El que bate el récord de despropósitos tanto por su coste (1.100 millones) como por su tamaño y por su inutilidad (ya ha dejado de operar), es el Ciudad Real. Tiene, al parecer, una de las pistas más largas de Europa (¡pena de alquitrán!).
Un alivio que Almodóvar decidiera el pasado agosto rodar exteriores de su nueva  película en ese aeródromo, bien que con la maqueta de un A-340. 
Parece que en los ocho restantes, sus pomposas terminales reciben menos de cien pasajeros al día: al de Huesca (45 millones) sólo llega una media de siete viajeros (nueve en diciembre).
Llama la atención que todos estos aeropuertos estén situadas en ciudades de pequeña población, que estén muy próximos entre sí, así como que se encuentren situados en lugares por los que o bien pasa el AVE o está proyectado que pase. Donde algunos hablaban de complementariedad, otros sólo veíamos redundancia y despilfarro.

El segundo capítulo más importante por el número de obras es el de los tranvías o metros ligeros: siete, dice la presentación mencionada.                                                                                    Un estudio realizado en Alemania demuestra que el costo total de un tren ligero es un 90% mayor que el costo total de transportar al mismo número de personas en autobús. Sin embargo a nuestros responsables políticos les parecía que era de postín tener su metrito ligero. Se echa en falta en la referida presentación los trenes ligeros que la presidenta Aguirre construyó en la comunidad de Madrid, y que son tremendamente deficitarios (el metro ligero de Aravaca a Colonia Jardín tiene un costo de siete euros por pasajero). 

                                                                                                   Además de los “metros ligeros” de la  resabiada presidenta de la comunidad madrileña, Alcorcón (170.000) habitantes ha construido una Ciudad del Circo (no es broma) que ha costado (120 millones).

Uno no sabe qué pensar: si se trata de papanatismo megalómano de estos políticos o si ello viene por lo del “tres por ciento” en la adjudicación de contratos con que Pasqual Maragall zahirió a CiU. Quizá se den las dos condiciones.

Conocida era la propensión faraónica del ex alcalde de Madrid antes de que su secta le encomendara la tarea de enviar a todas las españolas derechitas al cielo (al de él y de su arcaica jerarquía). Tampoco hay que asombrarse de su repentina conversión al doble marianismo (el de Rajoy y el de la virgen María). Ya lo advertía su padre, que fue otro fascista.
El caso es que este ex alcalde monaguillo pareció dispuesto a entrar en el libro Guiness de los records por endeudamiento de su ciudad; así le dejó a su “no electa” sucesora 6.500 millones de deuda (el 10% de la de todos los ayuntamientos).                                    Mandó construir un Centro Internacional de Convenciones y Congresos que maldita la falta que hacía, y cuya obra está actualmente paralizada  tras haber gastado 191 millones de euros.
En su afán olímpico (que recuerda el de aquel director de reformatorio en la vieja película de Tony Richardson y Allan Sillitoe), se empeñó en hacer un pabellón deportivo: la “Caja mágica”, que costó 300 millones (el 250% del presupuesto original) y que apenas se utiliza un par de semanas al año.
Pero la obra magna del faraón ha sido la compra y restauración de la antigua sede de Correos, el Palacio de Comunicaciones. Este edificio (Nuestra Señora de las Comunicaciones para el cáustico Leon Trotski) es lo que los periodistas llaman un edificio “emblemático” o “singular” o lo que es lo mismo “único”. Naturalmente, el arquitecto Palacios y su colega Otamendi no iban a construir otro igual enfrente. También merecería esos calificativos la estación St. Pancras de Londres, sólo que sigue siendo una estación de tren.
El hecho es que el cambio del Ayuntamiento de Madrid desde la histórica plaza de la Villa a Cibeles ha costado a los madrileños 510 millones de euros.
El renovado conjunto no sólo acoge al Ayuntamiento sino que alberga el centro CentroCentro; casi 30.000 metros cuadrados para actividades culturales. El problema es que desde su inauguración, hace año y medio, apenas se ha utilizado una decena de veces, y que el costo de mantenimiento es de casi seis millones (5.9) al año.  Actualmente parece servir únicamente para que los turistas, pagando dos euros, suban hasta la cafetería de la terraza a tomar un pincho de tortilla.
El portavoz socialista Jaime Lizzavetsky  ha propuesto en “El País” (5/9/2012) que dada la infrautilización del centro y los altos costos de mantenimiento se proceda a su venta o alquiler. No está mal la propuesta, aunque a este bloguero se le ocurre otra idea, ya que según escriben Bruno García Gallo y José Marcos en “El País” de hoy (5/9/2012), parece que la presidenta Aguirre ya ha cerrado el trato con el gángster mafioso Sheldon Aldenson, y que si la Justicia norteamericana  no encuentra delito en los procedimientos que le sigue, contaremos pronto con un calco actualizado de “Chicago años 20”.
Así que proponemos  que se venda o alquile ese CentroCentro -mejor todo el palacio- a Adelson, que estaría encantado en instalar  en un edificio tan hollywoodense  sus ruletas trucadas y tener circulando alrededor a sus “conejitas” vendiendo cigarrillos. Las limousines aparcarían en la plaza de Cibeles para trasladar a los ganadores a los macroburdeles de Alcorcón, y habría lanzaderas “cunda” para llevar a los perdedores a las Barranquillas.







   

    
 






 
  JGM    

2012-09-03

Rajoy y los funcionarios



Quousque tanden abutere,
 Rajoy, patientia nostra.

Harto conocido es ya el editorial de Financial Times del pasado miércoles (29/8/2012), en el que sugiere a Rajoy que pida el rescate ya "por el bien de España, no del partido".
Un reproche repetido desde que el presidente pospuso la presentación de los Presupuestos del Estado hasta después de  las elecciones andaluzas, con el claro intento de ganarlas sin descubrir sus cartas.
Ahora, en contra de la opinión del presidente gallego Núñez Feijóo, Rajoy ha conseguido que se adelanten las elecciones en Galicia, previniéndole de un futuro inminente muy duro para su partido (quizá el temido rescate).
Este laborioso  gallego, Feijóo, tras un largo recorrido por cargos políticos indirectos, llegó en 2009 a la presidencia de la Xunta, bien que tras una campaña en la que su  partido vertió todo tipo de falsedades y calumnias sobre el gobierno del PSOE.  
Quizá, más que acortar unos meses su presidencia, haya molestado a Feijóo el trastorno de los planes que pergeñaba para manipular las circunscripciones de Galicia y mejorar sus resultados electorales. Algún tipo de gerrymandering como el que inventó el gobernador Gerry en Massachussets en el siglo XIX, o como el que diseñaron los brits en Irlanda del Norte para que los unionistas obtuvieran más escaños que los nacionalistas.
También la verbenera presidenta de la CAM propone aumentar o disminuir el número de representantes electos, de acuerdo con sus cálculos para mantenerse en el poder hasta el tránsito final.
Aparentemente les resulta más doloroso a los elegidos abandonar el sitial que no haber llegado a gobernar, lo primero indicaría un fracaso en su gestión; de ahí que las fuerzas políticas, desde los tiempos de los romanos intenten cambiar las leyes (lex tabellaria y lex frumentaria) para volcar a su favor la mecánica de  las elecciones.

Pero convengamos en que todo ello resulta poco ético. Que así como para la calificación de la deuda pública se dice lo del “bono basura”, habría que establecer también la calificación de “gobierno basura”. No se libraría de esa calificación la manga de incompetentes que nos gobierna con su mayoría “absolutista”:  meapilas insensibles al dolor ajeno en pro de sus oscuras creencias; ex gerifaltes de Lehman Bross; un personaje de tebeo que maneja la hacienda publica como si fuera la de una tienda de ultramarinos;  “señoras del ropero” o chuletas tabernarios.
Pero, ¿quién comanda a esa jarca?: Pues el señor Rajoy “the most incompetent leader in the whole of Europe  (Nigel Farage dixit.). Ese sujeto embustero, embaucador, falsario, trilero, demagogo; que proyecta todas sus miserias sobre una oposición que prácticamente no opone resistencia. 


Rajoy y los funcionarios

Según reza en los Presupuestos generales del estado, el presidente Rajoy dispone de 632 asesores personales adscritos a La Moncloa. Aunque sólo despachara con cada uno de ellos durante quince minutos, necesitaría varios días para oír todos sus consejos. Pero por los resultados no parece que esos asesores sean una lumbrera.

Una de las “herencias” que más molesta al señor Rajoy es la de los funcionarios; sobre todo ahora que le plantan cara  y le hacen huir escaleras abajo cada vez que en sus visitas a algún centro ve reunidos a unos pocos de ellos. Lo mismo le sucede a la rabanera marquesa Aguirre. A los dos les encantaría poder seleccionar a los funcionarios de acuerdo con algo tan sencillo como la lealtad a su partido. Dada la dificultad de esta empresa, soñarían con imitar al obispo Amalric, y en este caso, ponerles a todos en la calle e irlos admitiendo después one on one.
Al no poder aplicar aquel spoil system, que hasta el siglo XIX posibilitaba a las administraciones norteamericanas a despedir a todos los funcionarios (incluyendo a los carteros) de la anterior administración, lo que el gobierno actual del PP intenta es relegarlos en sus funciones y nombrar para ellas a asesores externos de  su cuerda; incluso desviar funciones propias de la administración a sectores privados de su confianza. Es decir, actuar en contra de todos los principios maxweberianos sobre la excelencia del “saber profesional especializado”, y preferir el diletantismo a la burocratización de la administración.  

Se crean “comisiones nacionales”  con cualquier pretexto, y se llenan de asesores ajenos al ministerio en cuestión. Estos asesores se nombran por cupo político, así en una conocida comisión, que cuenta con veinte funcionarios, se cuelan seis asesores: dos del PSOE, dos del PP, uno del PNV y otro de CiU. Una vez nombrados, les dan un ordenador y un móvil de última generación, les asignan el nivel más alto (treinta: equivalente al de director general) y acuden a una reunión dos veces al mes. Como naturalmente no tienen ni puta idea de qué va la cosa, el trabajo lo hacen los funcionarios adscritos a la comisión, y cuando vienen los de fuera, se limitan a comentar lo de Messi o a comparar los pintxos de allá arriba con los de Madrid. Eso sí, cobran sus jugosas dietas de viaje.  
Un ejercicio de proyección de los 632 asesores de la Presidencia a todos los organismos del Estado, es decir, a los del Gobierno central y a los de las Comunidades autónomas nos daría una cifra escalofriante de politicastros parasitarios.
Pero, paciencia. Ni el señor Rajoy –ni el líder de la oposición- van a intentar acabar con esa casta privilegiada, con su gran clientela política. Significaría hacerse el harakiri.

Quizá el epítome de lo expuesto, y lo más preocupante del momento político, sea la carencia de que adolece el señor Rajoy como homme d'État; un hecho que el resto de Europa ha descubierto rápidamente y que no hace sino reiterar.

Julio G. Mardomingo

1) Mapa de Massachusset tras la división de circunspriciones del gobernador Gerry. (Obsérvese la forma de salamandra (salamander) que da nombre  al concepto). 
2) Dibujo satírico representando al presidente Andrew Jackson como un bribón.