2008-07-15

¿Alpargatas o espardeynas?


Al finalizar el congreso vasco del PP, el electo Basagoiti acusó al PNV de “engordar” a ETA. . Dijo textualmente el nuevo líder que el PNV “camina al paso de una ETA a la que está legitimando y fortaleciendo, a la que está engordando política y socialmente”.

En principio, esto suena como un homenaje póstumo a la defenestrada María San Gil. Una declaración retórica para contentar al casi 20% de oponentes, y que podría matizarse en el tiempo.
El problema para el PP es que son muchos los que creen (creemos) que la combativa San Gil (al igual que Rosa Díez) tienen un punto de razón. Con una ETA acorralada, aquí e internacionalmente; con unos líderes políticos encarcelados; una base social cada vez más hastiada, bastaría sólo con que el PNV mandara parar para terminar con la larga pesadilla. Pero no, el lehendakari Ibarretxe y el presidente Urkullu parecen haber decidido que ¡ahora o nunca!. Quizá sean los menguantes deseos independentistas de los encuestados lo que les obligue a huir hacia delante, pero el caso es que la irrealizable consulta sobre la autodeterminación sólo puede servir para darle un poquito más de oxígeno a ETA.

El problema para el PP radica en que, con los símbolos que ha venido manejando frente a los nacionalismos, una cosa es sentirse cargado de razón, y otra, aferrarse a ella en la contienda política. El PSOE vio claramente este dilema entre convicción y responsabilidad política, y envió a Rosa Díez lo más lejos posible, a Bruselas. Otro tanto hizo en su momento José María Aznar con el incómodo líder del PP en Cataluña, Alejo Vidal-Quadras, enviándole al mismo destierro político ante los requerimientos del honorable Pujol. Y es que la voz afónica de Vidal-Quadras resonaba ante el menor agravio al nacionalismo español en Cataluña. Así, por ejemplo, si una tienda de calzado mostraba su dedicación únicamente en castellano, venían los mossos y la multaban, pero si otra se anunciaba sólo como “ESPARDENYAS”, pues no pasaba nada. Eso sí, Vidal-Quadras proclamaba a los cuatro vientos el agravio comparativo, y pedía que debajo del rótulo figurara otro que dijera “ALPARGATERÍA”

Veamos: En primer lugar, este diputado del PP parecía ignorar que la capacidad sancionadora es potestad del Poder político, en este caso del poder municipal o el autonómico, que en su feudo actúan con cierta mano ancha.
Pero más sencillo le hubiera sido reconocer que, en una ciudad como Barcelona, la inmensa mayoría de los ciudadanos que pasaran por delante de la botiga sabían que lo que allí se vende son zapatillas.

JGM

2008-07-11

Mi patria es mi lengua


“A língua é minha pátria
E eu não tenho pátria: tenho mátria
E quero fratría” (Caetano Veloso “Lingua”[1])


BILINGÜISMO EN BARCELONA

Ya he comentado anteriormente en este blog la facilidad con que en Barcelona se resuelve cada día el asunto del bilingüismo.

Leo ahora en el relato: “Barcelona”, del libro “El tema del tema”, de Quim Monzó, cómo este autor subió una vez a un taxi en Barcelona y mantuvo con el conductor un diálogo tal que asÍ.

(Quim):“Bon dia. A la Gran Via cantonada Borrell, sisplau”

(El taxista)“¡Vamos para allá!”... Yo soy de Zamora...

(Q) “Només hi he estat una vegada, a Zamora”.

(T) “Cogeremos Viladomat hasta Gran Via..”.

(Q) “De l‘avinguda de Roma cap avall és de baixada...”

Al cabo de un rato el taxista le pregunta a Quim de qué zona de Cataluña es.

(Q) “¿Jo, de Barcelona?. De l’Eixample”

(T) “Pero ¿donde nació?

(Q) "A les Corts..."

Se pregunta perplejo Quim por qué la extrañeza del taxista, hasta que lo ve claro: Al responder el chófer en castellano a su saludo en catalán, debería el escritor haber conmutado al idioma del zamorano, tal como acostumbra a suceder cada día en Barcelona.

El manifiesto castellanista

El filósofo vasco Fernando Savater, es el único español que figura en la segunda lista de los cien intelectuales más influyentes del mundo, según las revistas Foreign Policy y Prospect.

Bueno, el caso es que este pensador-que ocupa el puesto 54 en ese ranking mundial (uno creía que estas cosas sólo se aplicaban a los tenistas)- ha largado un manifiesto en defensa de la lengua castellana frente a los peligros que la amenazan por parte de las lenguas cooficiales de las autonomías, sobre todo por la lingua catalana.

No importa que el autor reconozca –bien que posteriormente- que difícilmente puede sentirse amenazada una lengua hablada por 400 millones de habitantes por otra conocida sólo por nueve millones, en su mayoría bilingües. Su empeño es el de defender la lengua común frente a las demás: oficiales pero menos.

Comienza el escrito, Savater, mostrando su preocupación por la situación institucional de la lengua castellana desde hace algunos años. Efectivamente no hace tantos que ese “problema” lo resolvían en Cataluña, de forma contundente, los hermanos Creux.

El manifiesto llega a alcanzar aspectos conminatorios cuando solicita del Parlamento español medidas tan drásticas como la reforma de la Constitución. –parece que en este país a todo el mundo le gustaría tener una Constitución a su medida-. Más aún, escribe este filósofo que esas medidas pueden “exigir” también modificaciones en algunos estatutos autonómicos (ya sabemos en cuál). Pese al tono político de la soflama, parece no darse cuenta el autor de las dificultades que tendría su proyecto. Dado que el partido de sus simpatías, -el de la señora Rosa Díez-, sólo cuenta con un escaño en el Parlamento, y lo obtuvo por Madrid, ´¿cómo piensa forzar a los parlamentarios catalanes a que rotulen como él quiere? ¿Enviándoles a algún descendiente del duque de Berwick?

Lo primero que puede uno preguntarse ante la inoportunidad y superfluidad de este escrito es a quién beneficia, es decir, a quién pretende, Savater, beneficiar políticamente , ¿a su adorada señora Díez?
Lo cierto es que donde mas regocijo y entusiasmo ha obtenido su iniciativa ha sido en los medios del “mundo” del ácido bórico y de todos “losantos”.

Aunque sólo sea por coherencia intelectual, debería, quizás, el autor , o bien abominar de su pasado volteriano, o bien recapacitar sobre su progresivo pensamiento demaistresiano.

Personalmente opino que, en el siempre conflictivo aunque llevadero tema autonómico, se trataría de tender puentes y no de levantar agravios gratuitos.
Y por lo que a la cuestión lingüística respecta, deberíamos convenir, con el profesor García Calvo, que la lengua no es de nadie.

JGM


[1] La canción de Veloso se basa en un retazo del “Libro del desasosiego de Bernardo Soares”, un heterónimo de Fernando Pessoa.

2008-07-03

¡Di "CRISIS" y serás libre!


He visto en la tele el debate en el pleno del Congreso, en el que, con motivo de la “crisis” económica, la mayoría de grupos parlamentarios había requerido la presencia del presidente Rodríguez Zapatero.

Comprendo el interés de los representantes de los grupos políticos por ejercer su control al Gobierno y mostrar, así, su propia existencia política. Menos comprensible me parece que el presidente quisiera delegar la responsabilidad en el ministro Solbes; porque si bien es éste el ministro de Economía, también es cierto que, ante una situación de “crisis”, sea el Presidente quien deba informar a la ciudadanía.

Supongo que entre los principales interesados en fajarse con el Presidente figuraba el resucitado Rajoy. La realidad parece haber superado al personaje, y la actuación del líder del PP me ha resultado de lo más decepcionante. A mi entender, Rajoy ha mostrado su lado más oscuro -cuando lo enfocaba la cámara, al lado de los ojos vivarachos de su portavoz Soraya Sáenz de Santamaría, él parecía mostrar la misma imagen de la noche del 9-M.
Parece no haber abandonado, Rajoy, la costumbre de insultar y, así, ha repetido hasta la saciedad que Zapatero había engañado a los españoles para ganar las elecciones. El Presidente ha contabilizado el número de veces que repetía el insulto y, en su turno de réplica, le ha respondido algo así como que cada vez que pierde las elecciones le culpa a él en vez de culpar al electorado. Lo más triste de su intervención es que ha repetido un gesto que ya, en 1993, contribuyó a que Aznar perdiera las elecciones frente a Felipe González, a pesar de los sondeos favorables. En aquella ocasión, Aznar apareció en el debate frente a las cámaras con un libro-cuaderno debajo del brazo, donde decía estaba contenido su programa; González le instó a que mostrara la página en que trataba de las pensiones públicas y Aznar se escabulló con su libro debajo del brazo. Hoy, Rajoy despidió su primera intervención agitando unas hojas de papel en la que decía que constaban sus propuestas para enderezar la crisis; quizás no suponía que tendría otra oportunidad de hablar, pero el caso es que aunque sólo fuera por alusiones se vio obligado a hacerlo...y, nada, ni pum de propuestas. Las únicas sugerencias tangibles fueron las del representante de CiU, Duran i Lleida, aunque algo abstrusas y quizá incomprensibles para la mayor parte de los oyentes: desvío de dineros de aquí para allá o cosas para mí no demasiado claras. Eso sí, una invitación a la colaboración con vistas a los Presupuestos del otoño. Ridao, de Esquerra Republicana de Cataluña, amenazó con el no a los Presupuestsos.

Azpiazu, representante del PNV, se sintió ninguneado por Zapatero y así se lo recriminó. El Presidente se disculpó diciendo que su respuesta iba dirigida a todos los grupos. El vasco acabó alabando los logros de su comunidad (frente al desastre españolista, suponemos), para nada habló del proyecto independentista ibarretxeano (sólo el Presidente hizo una alusión negativa a ese asunto), al final acabó también amenazando con la soledad al Gobierno en los presupuestos del otoño.

Más enfadado parecía Llamazares, porque a pesar de que Zapatero se había dirigido a él en los términos más cariñosos y familiares, una leve ironía del Presidente sobre el grupo IU le encrespó hasta el punto de que, en su réplica, Zapatero hubo de pedirle disculpas. Y es que la más leve ironía sobre el presente de esa coalición puede interpretarse fácilmente como un sarcasmo.

La representante canaria sólo pidió ayuda para el sector turístico, la única industria significativa del archipiélago. El representante de Esquerra y la de Nafarroa Bai intentaron mover agua hacia su molino, y ahí quedó todo.

En suma, parece clara la tendencia hacia el bipartidismo: Zapatero, favorecido por el procedimentalismo parlamentario, sólo prestó atención al principal partido de la oposición, y una mínima cortesía parlamentaria al tercer partido, CiU, con el que parece que habrá de contar para aprobar los presupuestos.


Say the word and you'll be free.

Say the word and be like me...” (The Beatles)


Es curiosa la transformación en las últimas legislaturas de los debates en pura logomaquia. En la anterior, el conflicto vino por el término “nación” en el Estatuto de Cataluña y, ahora, el intríngulis está en la palabra “crisis”, un término que el Gobierno, incomprensiblemente, se niega a pronunciar, excepto para el sector de la vivienda.
Quizá sea que para muchos, el término evoque la crisis del 29, cuando los banqueros se lanzaban contra el pavimento desde los rascacielos de Wall Street. Posiblemente se solucionara el conflicto lingüístico asignando grados a las crisis, como se hace con los terremotos.
El caso es que por primera vez, los grupos parlamentarios, a excepción del partido del Gobierno, parecieron unánimes en sus críticas al considerar que la postura de Zapatero frivolizaba la “crisis” (o como queramos llamarla).
También criticaron todos lo de los 400 euros: hasta Llamazares contó que había salido a tomar una caña al bar de enfrente y el camarero le había dicho que el beneficiado había sido su patrón, no él (según lo contaba, Llamazares parecía darse cuenta de lo frívolo que resultaba ir a tomarse cañas a la calle mientras se discutía un asunto tan serio en la Cámara)

Parece que el único suspense se resolverá en el otoño, con la aprobación de los presupuestos. Se vislumbra que Zapatero podría contar con el apoyo de CiU, ya que su portavoz, Durán i Lleida, ha sido el único en plantear medidas para paliar la crisis y no me parece complicado para el Gobierno su aceptación.

En cuanto a los aspectos mas “teatrales”, señalar las tablas que va adquiriendo Zapatero, a pesar de su soledad, y el negativismo que emana el ganador del congreso valenciano del PP. Parece poco probable que alguien apueste por su candidatura a la futura Presidencia del Gobierno.

JGM