2012-04-26
El franquismo democrático
2012-04-17
El "Good Friday" y la mala sangre
"The dripping blood our only drink,
The bloody flesh our only food:
In spite of which we like to think
That we are sound, substantial flesh and blood—
Again, in spite of that, we call this Friday good."
T.S. Eliot, “East Coker” from Four Quartets
"Sólo bebemos sangre, y mientras tanto/ Carne sangrienta es la única comida. /A pesar de ello hacemos nuestra vida /De suponernos carne sin espanto /Y a este viernes llamamos Viernes Santo."(Trad. de José Emilio Pacheco)
Prácticamente toda la cristiandad romana europea celebra la festividad del Viernes Santo. Los anglosajones la llaman Good Friday, a pesar, como dicen los versos de Eliot, del espanto de aquel suceso, la crucifixión de Cristo. Suponen que todo aquel sufrimiento llevaba consigo el fin de la violencia, la paz y la redención de los hombres.
Pero no todos parecen pensar así. El pontífice de la diócesis de Alcalá de Henares, Juan Antonio Reig Plá, aprovechó la efeméride para lanzar en la televisión pública nacional una soflama en la que arremetía con una violencia exacerbada contra los homosexuales, y les exhortaba a tratar médicamente su “dolencia”.
Si no fuera porque los medios nos muestran el currículum de este prelado –doctor en Teología Moral por la Lateranense de Roma-, cualquiera, al leer lo que dijo, pensaría que se trataba de un mastuerzo largando bilis en una taberna. (Por cierto, ¿qué entiende esa gente por “moral”? Quizá la suya, la moral de confesionario, nada que ver con los principios fundamentales de la Ética.
Si observamos la expresión de este cura en la imagen superior pensaríamos en un tipo bonachón, condescendiente, paciente; el “buen” padre Luis. Pues, no. Nada de eso. Se trata de una expresión de circunstancias, hipócrita. Lo suyo fue una explosión de odio, irracionalidad y, sobre todo, de ignorancia y estupidez.
Según la Federación Estatal de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales (FELGTB) y el Colectivo de Gays de Madrid (COGAM), el prelado, revestido de pontifical, “relacionaba la homosexualidad con la corrupción, la prostitución y el abuso, anteponiendo el prejuicio a la realidad de la diversidad afectiva y sexual” y suponía una “provocación a la discriminación y al odio”.
Los colectivos citados anunciaban una denuncia conjunta, amparados en el artículo 510 de Código Penal, pero ya vamos sabiendo dónde estamos. Remedando a Cervantes podemos decir que con la Iglesia, el PP y CiU hemos topado. Recordemos que los dos máximos responsables de la Justicia son dos meapilas de cuidado.
Lo más sangrante del asunto es que ese necio haya utilizado un medio que pagamos todos, incluyendo, claro está, a los miembros de los colectivos denigrados. Esas organizaciones presentaron un escrito ante el Consejo de Administración de RTVE, en el que pedían la reprobación del prelado. No se aprobó porque el representante del PP se ausentó, probablemente siguiendo el ejemplo de su jefe ante los periodistas; y el representante de CiU también huyó, debido quizá a las consignas de uno de los papistas mayores de esa coalición.
Las declaraciones del clérigo no tienen desperdicio en cuanto a necedades, prejuicios, irracionalidad y desprecio a los demás. Pero ante todo, sabemos ya que ese primado es un fascista. No hace mucho ofició una misa en Paracuellos del Jarama, presidida por la enseña franquista, la ilegal de la “araña”. Quizá quiera hacer méritos ante su jefe supremo, el antiguo miembro de las juventudes hitlerianas.
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La Iglesia romana arremete contra la homosexualidad, el lesbianismo, la bisexualidad, el aborto, los anticonceptivos, la píldora del día siguiente, la prostitución, la pornografía, el vicio, el matrimonio civil, la convivencia de hecho, etc.
En realidad todo eso son manifestaciones secundarias de lo que realmente repudian: el SEXO; es decir, su práctica, quizá el máximo placer que podemos lograr los humanos de forma sencilla. Y por qué esa aversión a algo tan humano, tan elemental. Pues porque su religión está basada en el sufrimiento y la inexorabilidad de la muerte. Predican que hemos venido a este mundo exclusivamente a sufrir, y ya se preocuparan ellos de que vayamos a otro mundo a gozar; vaya, siempre que paguemos sus gastos y fastos en este mundo. Y si los humanos se procuran ese gran placer sin contar con ellos, ¿cómo demonios iban a mantener su negocio?
A pesar de todo, como diría Eliot, ¡le deseamos un buen Viernes, Eminencia!
JGM
2012-04-14
¡Viva la III República!
Empecemos con los recortes que Rajoy, bajo el consejo del permisivo (con el delito fiscal) Montoro y el lehmaniano Guindos, nos ha castigado y anuncia seguir haciéndolo. Ya hemos visto que todos esos recortes se aplican a los más débiles, quizá porque somos los más inofensivos. Lo que no implica, según decimos en el párrafo anterior, que no intenten adelantar leyes represivas por si algún día nos cansamos de ser tan pacientes.
Hemos leído hace pocos días que el PP ha rechazado una proposición del PSOE para crear un impuesto especial para las grandes fortunas tal como o el que existe en Francia o el que planean los conservadores en U.K. El pobre argumento de los responsables de economía del PP –quizá no dan para más- es el de que eso se contempla ya en el IRPF, como se fuera lo mismo el Impuesto sobre las Rentas de las Personas Físicas, con un tope marginal, que un impuesto especial sobre los grandes patrimonios.
Sabemos más o menos por donde empezaría la aplicación de ese impuesto. Uno de los primeros afectados sería el actual Jefe del Estado, al que la revista Euro Business supone una fortuna de 1.700 millones de euros. Le seguirían los grandes magnates de la banca, de la distribución textil o general, de la gran industria, de los antiguos monopolios, etc. Pero claro, eso es intocable para la derecha.
Vayamos a otra forma posible de recortes.
Para empezar, y ya que lo hemos mencionado, se podría empezar ahorrando los cerca de ocho millones y medio que nos cuesta cada año eso que llaman la Casa Real. Al menos rebajándolos sustancialmente hasta que los ciudadanos decidamos en referéndum qué tipo de Jefatura del Estado queremos: si la que nos legó general felón u otra que elijamos libremente.
Veamos, la única función constitucional del monarca es la de Jefe del Estado. Ahora que se van a publicar las partidas de ese presupuesto -¿incluirá las cinegéticas?-, nos adelantan que su sueldo, sin contar otros emolumentos, es el triple que el del Presidente del Gobierno. ¿Por qué?, si es políticamente irresponsable. Si cualquier discurso, nota o escrito tiene que ir refrendado por un ministro o por otro responsable del Gobierno. Y dado que esto es así constitucionalmente, lo lógico es que venga siendo ese responsable político el que escriba lo que se trate de primera mano.
Así, puesto que no tiene otra cosa que hacer que abrir y cerrar algún acto protocolario, que visitar y saludar a sus colegas extranjeros o entregar la copa de fútbol al ganador, podría prescindir de todo ese corps de garde y vivir de forma más modesta. Probablemente le bastara un par de asesores y un secretario. El resto del servicio que se lo pague con su sueldo como hacemos todos con la asistenta.
Y en cuanto a eso de la “Familia Real”; pues bueno, el que más y el que menos tiene una familia que se busca la vida.
En cualquier caso, resulta poco edificante, y claramente desmoralizador para cinco millones y medio de parados y muchos más en el precariado, que se gaste el dinero que le damos para disparar en Rusia a un oso domesticado borracho, o pague 30.000 euros por abatir a un elemento de la fauna africana protegida, como es el elefante, en Batsuana.
N.B. Dada la tradición esperpéntica de los accidentes por arma de fuego de esta Real Familia, en algún caso, claramente trágicos, pensamos que algún juez debiera dictar una providencia por la se retire los permisos de armas a los, al menos, miembros varones de esa dinastía.
La foto satírica es de “El Jueves”
La foto de la III República la he copiado de Palinuro, el blog de mi amigo Ramón Cotarelo.