Parece como si el señor Rajoy hubiera descendido a las cloacas a buscar a alguno de los candidatos de sus listas electorales. El antepenúltimo es uno de los mejor situados para senador por Albacete. Este pájaro, un periodista soez, insultante, homófono, machista, zafio...en suma, un detritus moral, no niega haber escrito en los periódicos las repugnantes sandeces que ahora han salido a luz, sino que el muy sinvergüenza dice que él no pensaba entonces que algún día se presentaría a senador. Es el colmo del cinismo y de la ignominia. Me recuerda de lejos el caso de un ministro de una de las últimas legislaturas de Felipe González, del que se descubrió que no había hecho su declaración de Hacienda años atrás, y que también comentó que entonces no pensó que llegaría a ministro. La única diferencia es éste último fue cesado fulminantemente. Rajoy, si ganara a lo mejor llevaba a esa inmundicia moral a director general de Cultura... o al “Ministerio de la Familia”.
El penúltimo candidato ha sido el ex ministro Cañete, que con su chulería habitual –esto parece ser ya norma de esa casa- ha hecho gala de xenofobia, maltratando verbalmente a los millones de emigrantes que han contribuido no ya sólo a aumentar nuestro PIB sino la fecundidad decadente.
El último ha sido el propio Rajoy –al que, según esa norma de la casa que menciono más arriba, los contrincantes políticos de su propio partido han rebautizado con un apodo aún más ignominioso que el que utilizaba el sacristán mayor de la COPE; apodo que por supuesto no voy a mencionar aquí-. Rajoy, con tal de arañar algún voto en la aparentemente reñida contienda no tiene escrúpulos para atizar las bajas pasiones de racismo y xenofobia de algunos votantes.
Naturalmente, no todos los candidatos del PP son de esa calaña moral, pero el problema es el silencio de la mayoría de ellos, el mismo silencio mostrado ante la bronca tabernaria desarrollada a lo largo de la candidatura.
JGM
No hay comentarios:
Publicar un comentario