2012-07-09

¿Formará Rajoy trío con Faemino y Cansado?


Rajoy: “"El gobierno hará todo lo posible para que Europa haga todo lo posible para superar la crisis económica “
 Cansado: “Y no tengáis miedo, amigos, no tengáis miedo, porque vuestro dinero va a ser muy bien utilizado, puesto que el chalet en la sierra no se paga solo...”

Hace pocos días, mi amigo Palinuro se preguntaba en su blog algo así como si no había en el PP un sustituto para la presidencia del Gobierno menos estulto que Rajoy. Pues hombre, no se puede suponer que un partido que cuenta con algunos cientos de miles de afiliados sea una banda de tarados. Pero veamos cómo actúa la selección natural en estas organizaciones políticas:
Cuando a finales del verano de 2003, Aznar resolvió la duda sobre su sucesor, los candidatos mejor posicionados eran Rato -en la pole position-, Acebes y, si acaso, Zaplana. A fecha de hoy los dos primeros están imputados por la Audiencia Nacional por diversos delitos; y en cuanto a Zaplana, todos conocemos sus andanzas, desde su asalto a la alcaldía de Benidorm –uno de los primeros casos de transfugismo de la democracia- hasta el fiasco de Terra Mítica.
¿Por qué nombró Aznar a Rajoy, un outsider para la mayoría de los pronosticadores?
Pues hay quien piensa que conocidas las carencias de Rajoy, quería segurar su vuelta tras haberse enriquecido un poco en el mundo civil. Lo cierto es que los avatares del destino acabaron con su carrera política tras la masacre provocada por unos pocos fanáticos desarrapados.
Y ahí quedó el servicial Rajoy, el comepiedras del Presidente, que tras dos elecciones perdidas tuvo que esperar al cataclismo de la crisis más dura tras la de 1929 para conseguir una mayoría absoluta que no sabe cómo manejar. Porque sabido es que el PP es un partido caudillista, al que en estos momentos le falta el caudillo.    

El caso de Rajoy nos conduce a ampliar la reflexión y examinar el caso del segundo partido más votado, y con capacidad para gobernar el país:
En el congreso socialista de 2000, Rodríguez Zapatero se alzó con la victoria y consiguió la Secretaría General; pero ¿quiénes eran los otros candidatos?:
José Bono, el meapilas que convoca para el desfile militar a residuos del fascismo.
Matilde Fernández, una sindicalista guerrista, en pleno declive desde el ministerio Asuntos Sociales hasta una concejalía en el Ayuntamiento de Madrid.
La tercera candidata, que obtuvo unos resultados humillantes, fue Rosa Díez, actual portavoz de UPyD.
Muchos pensamos que fue la solución menos mala, aunque poco después supimos que del grupo que había apoyado a Zapatero frente a Bono, y que fue decisivo en una dura pugna, figuraban los transfugas que entregaron la Comunidad de Madrid a la señora Aguirre.     

En un lúcido análisis,  Tony Judt en su, ya  por desgracia, última obra “Ill Fares the Land”[1]- marca una línea de corte entre la presidencia de Lyndon B. Johnson en EE.UU. y otros políticos europeos, como Willy Brandt, frente a los que les sucedieron: los Clinton, Bush, Blair, Gordon Brown, (añadimos a Berlusconi)) o Sarkozy -al que tacha de subproducto. Los considera productos de la generación del baby boom que no transmiten ni convicción ni autoridad, que no representan nada en particular, que son políticos light. En suma, apunta Judt, que “políticamente, la nuestra es una época de pigmeos”.

Y volviendo a nuestro redil, ¿no se da cuenta el señor Rajoy de que la oposición a su gobierno no está –desgraciadamente- en España, sino en una Europa de la que es el hazmerreír. ¿Acaso cree que los votantes alemanes, holandeses  o finlandeses van a consentir que se reparta, así como así, su dinero entre unos bancos que han demostrado el colmo del derroche, la indecencia y el mal hacer? Su negativa a crear una comisión independiente que analice el desmadre de Bankia, de los bancos y cajas valencianas o gallegas, inspira una profunda desconfianza entre sus colegas europeos. Al final, UPyD, más oportunista, lleva a los responsables de Bankia ante la Justicia; pero ya conocemos  la lentitud de la Justicia en España, sobre todo si se trata de juzgar a los chorizos del PP (véase, por el contrario, su rapìdez para  defenestrar a Garzón); algunos aventuran diez años para llegar al final del sumario.      

Las redes claman ¡Rajoy dimisión!, pero et après, ¿quién le va suceder? ¿la señora De Cospedal y su peineta?

J G Mardomingo
                                      


[1] “Algo va mal” edición en español de Taurus. (Santillana E. G.)

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